Flotando en una balsa me enseñó a confiar en Dios
Cuando yo era niña me encantaba flotar en una balsa, tomando el sol y descansando sobre el agua. Hice esto en nuestra piscina, pero en especial me encantó hacerlo en el océano en el que podía estar inmersa en la inmensidad del mar y el cielo y dejarme llevar por las olas. Sentí el amor…