Una de las cosas más útiles que he hecho en la vida en los últimos años es meditar en el corazón de la devoción de los grandes de Jesús. Me pareció que para ser verdad en mi vida personal y como psicólogo en mis observaciones de la gente que viven como discípulo de Jesús, resolvería todos nuestros problemas, por supuesto esto no es siempre cierto, la manera que queremos o cuando queramos. Lo que está claro para mí es que la mejor vida, la vida del amor, gozo y paz, se encuentra sólo a medida que aprendemos a poner toda nuestra vida en el reino de Dios.

John Wesley es uno de los maestros de la devoción a Jesús. En gran parte aprendiendo de la devoción de otros que vivieron antes de el. Su discipulado fue por el mismo a Jesús, estudió la Biblia y de todo corazón buscó a amar a Dios ya su prójimo. Dios lo usó para cambiar la vida de innumerables personas, organizaciones, instituciones, países enteros, ¡incluso hasta el día de ya casi 300 años después!

El comienzo de la devoción de Juan Wesley al Señor

Aquí está su historia a partir de este artículo, léala lentamente, con oración y con el corazón abierto para Dios “A La Perfección Cristiana.” ¡Puede poner su vida entera en una mucho mejor dirección!

En el año 1725, a partir del vigésimo tercer año de mi edad, me encontré con la Regla y los ejercicios de una vida santa y muerte del Obispo Taylor. Quede sumamente afectado por la pureza de intención. Al instante decidí dedicar toda mi vida a Dios, todos mis pensamientos, palabras y acciones, quede totalmente convencido, no había término medio, cada parte de mi vida (no sólo sobre algunas) debe ser un sacrificio a Dios, ya no a mí mismo, que en efecto es al diablo.

En el año 1726, me reuní con Kempis, su enseñanza de diseño cristiano y la naturaleza y el alcance de religión interna, la religión del corazón, incremento mi luz mucho más fuerte que nunca. Me di cuenta de que “la simplicidad de la intención y la pureza de afecto”, un diseño en todo lo que hablamos o hacemos y un deseo de gobernar a todos nuestros ánimos, son de hecho “las alas del alma”, sin el cual nunca podrá ascender al monte de Dios.

Uno o dos años después, la perfección cristiana del Sr. Law y serio llamado, fueron puestos en mis manos. Me convenció más que nunca de la imposibilidad absoluta de ser medio cristiano. Y me propuse depender de su gracia (tenia la absoluta necesidad de permanecer profundamente sensible) para ser totalmente dedicado a Dios, darle toda mi alma, mi cuerpo y mi sustancia.

¿Tal vez cualquier persona me dirá está llevando las cosas demasiado lejos? ¿Es cualquier cosa menos considerando que Cristo que se ha entregado por nosotros?

En el año 1729 [a la edad de 27] empecé no sólo a leer, sino a estudiar la Biblia, como la única norma de la verdad y el único modelo de la religión pura. De ahí que vi, en una luz más clara, la necesidad indispensable de tener la mente que estaba en Cristo y de caminar como Cristo caminó en todas las cosas. Tampoco no tenia mayor temor que el de romper esta regla en la experiencia conmigo mismo o de otras personas de salirme en lo más mínimo a disconformidad a nuestro gran Ejemplo.

El primero de enero 1733 [a la edad de 35], prediqué ante la Universidad, en la Iglesia de Santa María, sobre la circuncisión del corazón, la disposición habitual del alma que, la santidad.

En el mismo sermón observé: El amor es el cumplimiento de la ley… En esto consiste la perfección la gloria y la felicidad… Una felicidad que uno se debe de proponer para sus almas … tener comunión con el Padre y el Hijo … el goce de Dios en el tiempo y la eternidad … que todo afecto, pensamiento, palabras y acciones, se subordinen a este … su felicidad en Dios, el único fin, así como la fuente, de tu ser …

El corazón de John Wesley siente el calor de Dios

En 1735 John Wesley viajó por barco a las colonias de América y cuenta como en una historia como su estuvo en peligro. Él y los otros ingleses estaban en pánico, pero los moravos cantaban himnos con calma y oraban. Admiro la profundidad de su fuerza interior en Cristo y aprendió todo lo que pudo de su vida “pietista” de devoción a Cristo.

Luego, en 1738 a la edad de 40 años, de vuelta en Inglaterra, él estaba en una reunión de oración de Moravia y tenía su famosa “experiencia de Aldersgate.” Él escuchó la lectura del prólogo de Martín Lutero a la Epístola a los Romanos y sintio que su corazón extrañamente se calentaba.

Él escribió una oración de consagración que ha inspirado a muchos otros corazones para ser extrañamente calentado por el amor de Dios es evidente para ellos:

O haz que nada mas en mi alma habite,
¡solo tu amor puro en paz!
Que tu amor me posea en mi totalidad.
Mi gozo, mi tesoro y mi corona;
Fuegos extraños remueve lejos de mi corazón:
cada acto, palabra, pensamiento, sea amor!

Una Respuesta a la Oración

Esta oración la vivió de corazón Juan Wesley el resto de su vida. Él dijo: “¿No es éste el lenguaje, no sólo de los creyentes, sino de todo aquel que es verdaderamente despierta?”

Oh Espíritu de Dios, calienta nuestros corazones con el amor de Dios y de Cristo para que podamos ser despertados a nuestra oportunidad de dar nuestro mejor esfuerzo para adorar y servir a ustedes hoy y todos los días. En el nombre de Jesús oramos. Amén.

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