Cuando me reunía con el Sr. Ray Ortlund para dirección espiritual a menudo hablaba con él acerca de las dificultades del ministerio y del desanimo que experimentaba al no tener más éxito. Escuchaba con compasión y me afirmaba.
Con una sonrisa Ray me contó que en sus luchas de ministerio que había sido ayudado por la palabra del Señor a Baruc: “En caso de buscar grandes cosas para ti mismo? No las busques. “(Jeremías 45:5) Y entonces la sonrisa de Ray fue tan grande que llenó la sala y penetró mi alma mientras añadía:” ¡Buscad a Jesús para ser grandel! Eso es lo que la gente necesita y esa es la mejor vida para ti”.
Había leído sobre Jeremías, pero yo no recordaba nada de Baruc. Necesitaba más de la sonrisa de Jesús, con la que sonrió Ray, así que aprendí la historia de vida de Baruc.
La historia de Baruc
Baruc fue asistente de Jeremías. Él era el escriba que escribió todas las profecías que el famoso profeta dicto antes y después de la destrucción de Jerusalén. Baruc era también un estudioso de la Biblia, orador talentoso y un líder valiente. Arriesgó su vida por Jeremías sirviéndole en medio de una fuerte persecución, dio lectura de su profecía de advertencia a una multitud hostil, y según algunas cuentan ayudo a rescatarlo del abismo de la muerte donde había sido arrojado por un turba enfurecida.
Cuando Baruc leyó la profecía del Señor al rey Joacim a la gente no les gusto. Baruc estaba triste, no porque las personas estaban rechazando al Señor, sino porque lo estaban rechazando a el. Baruc se desanimo porque su carrera no progresaba. En su frustración le echó la culpa a Dios.
¡Baruc quería ser algo más que el compañero de Jeremías! Él quería tener éxito en el ministerio como Josué o Eliseo. Josué sirvió a Moisés y después de la muerte de Moisés pasó a se convirtió en un gran héroe, llevando a los israelitas a la Tierra Prometida. Eliseo sirvió a Elías y se levantó más allá de su mentor para ministrar con una doble unción del Espíritu Santo. Baruc fue tan fiel a su amo, tal como valiente y talentoso, pero fue pasado por alto y ha sido olvidado.
Más sobre un Ministerio de Éxito
¿Qué le faltaba a Baruc? ¿Qué paso por alto? ¿Qué les falta a los pastores desalentados? (55% de los pastores de hoy dicen que están desalentados.) ¿Qué le falta a su ministerio? Para no tener éxito en el ministerio.
Nuestro desánimo muestra que nos hace falta eso que hizo que Ray Ortlund brotará con entusiasmo cada vez que hablaba con él, incluso cuando no lo tomaron en cuenta como predicador, si no aceptaron su propuesta de libro, cuando tenía un problema familiar o aun cuando están a punto de morir de una enfermedad pulmonar doloroso y aterradora que lo dejó sin aire. Nos falta disfrutar y estar satisfecho con la grandeza del Señor.
“Engrandeced a Jehová conmigo, y exaltemos a una su nombre” Ray a menudo exclamó, declarando el Salmo 34:3 (RV).
Lección de liderazgo de Jesús
Jesús nos enseñó: “10 Más bien, cuando te inviten, siéntate en el último lugar, para que cuando venga el que te invitó, te diga: “Amigo, pasa más adelante a un lugar mejor.” Así recibirás honor en presencia de todos los demás invitados. 11 Todo el que a sí mismo se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido. “(Lucas 14:10-11, NVI)
Jesús no está dando una estrategia para el éxito. Él nos está dando una lección de liderazgo – es más como una lección de vida sobre lo que es la verdadera grandeza. Él nos está mostrando lo que sabía por experiencia personal: la alegría y el honor de la vida no se encuentra en las aprobaciones de las personas o de nuestros logros, sino en regocijarnos para promover la grandeza de Dios.
¡Cuán bendecidos somos de que a través de Jesús podemos conocer este Gran Dios como nuestro Padre Abba! Y no sólo esto, sino que le puede servir al invitar a otros a unirse a nosotros en esta relación de amor ¡que es la verdadera grandeza! Esa es la fuente de la alegría que quita el desaliento.
Irónicamente, es la satisfacción del alma en Jesús, que es la fuente del éxito verdadero del ministerio que avanza el reino de Dios en la tierra.