“De pronto, Jesús entró en oración:” 25 En esa ocasión, Jesús hizo la siguiente oración:            «Oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, gracias por esconder estas cosas de los que se creen sabios e inteligentes, y por revelárselas a los que son como niños. 26 Sí, Padre, ¡te agradó hacerlo de esa manera! 27 »Mi Padre me ha confiado todo. Nadie conoce verdaderamente al Hijo excepto el Padre, y nadie conoce verdaderamente al Padre excepto el Hijo y aquellos a quienes el Hijo decide revelarlo». ” (Mateo 11: 25-27, NTV)

Una vida Orar

La mayoría de nosotros tratamos de tener una vida de oración y nos sentimos culpables de que no pasamos suficiente tiempo orando, especialmente por las necesidades de los demás. ¡Esta no es la manera correcta de pensar acerca de la oración! No hay que buscar una vida de oración, busquemos una vida orando, una vida impregnada de oración. En otras palabras, aprender a practicar la presencia de Dios.

Jesús nos muestra lo que una vida orando. De manera rutinaria oraba a solas, a menudo durante horas a la vez. Pero su conversación íntima con el Padre no parar cuando él tenía trabajo que hacer. Él dijo: “Yo sólo hago lo que veo hacer al Padre” (Juan 5:19).

El ejemplo de Jesús

En Mateo 11 tenemos un ejemplo de Jesús trabajando y orando. Él estaba explicando a los que le seguían por qué algunas personas rechazaban a él y a su mensaje. El tema ara cada vez más controversial Hasta que “de repente Jesús irrumpió en oración.” Entonces lleno del amor de Abba, “Jesús continuo hablando con la gente, pero ahora con ternura.”

Si usted limita su vida de oración a “momentos de a solas con Dios” , actividades de la iglesia y no incluye su vida ordinaria con problemas para resolver, trabajo que hacer y gente que ver, podría vivir separados en gran parte de la gracia de Dios.

“De repente entre en la oración” , aunque sea por un momento, tan a menudo como pueda recordar , la ternura de Abba Padre fluirá hacia los demás a través de ti de manera natural.

Practique la Presencia de Dios

La ansiedad, más que cualquier otra cosa, es lo que nos distrae de apreciar la alegría de la presencia de Dios con nosotros. La preocupación es una forma de meditación, ¡pero al revés! No se preocupe, ¡no lo va a extrañar! Haga de sus preocupaciones oraciones. Para ayudarle a practicar la presencia de Dios hay que tener la Palabra de Dios en su mente. Por ejemplo, podría intentarlo con una simple, pero profunda oración de aliento de “Oraciones de la Biblia para vivir sin preocupaciones.”

¡Oremos ahora!

Jesús, gracias por su poderoso ejemplo de una vida orando. Ayúdanos Señor Dios a crecer en una relación de conversación con usted. Enséñanos a “Irrumpir de repente en oración” a través del trabajo y de las actividades del día.

 

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