Kristi y yo estamos en el décimo día de nuestros treinta días sabáticos, que describí en el devocional justo antes de empezar: “Nuestro Primer Sabático (Por qué los Pastores Necesitan Esto)”. Con la ayuda de Michael Ann, Asistente Administrativa de Pastoreando Tu Alma, estoy compartiendo con ustedes una actualización, que para mí está siendo un simple apunte a mi diario. Espero que Dios lo use para hablarle de alguna manera. ¡Agradecemos sus oraciones!

Cada día para nosotros es un día de reposo para el Señor, un día para dejar de lado el trabajo y la productividad con el fin de descansar en la provisión de Dios y orar. Estamos durmiendo lo suficiente, generalmente de ocho a nueve horas. Siempre descansamos al menos ese tiempo. Cada mañana nos detenemos en la cama en silencio para orar y meditar en las Escrituras.

Estamos pasando por una guía que escribí basado en Los Ejercicios Espirituales que se llama Treinta Días Con Jesús. Cada día nos dedicamos al menos dos horas para meditar sobre pasajes de la Escritura, lecturas espirituales, y experiencias de oración. Además, cada día “procesamos” juntos nuestros sentimientos, luchas, y preguntas; nos turnamos escuchando y orando el uno por el otro. También disponemos de un director espiritual con el que compartimos individualmente dos veces por semana.

Estamos divirtiéndonos también, aunque eso no es parte del programa de Ignacio del siglo XVI. Hemos tomado lentos paseos en el lago por nuestra casa, incluyendo disfrutar de un picnic, una noche de concierto, una película romántica, explorar Palos Verdes (donde es el centro de retiro), ponernos en contacto con amigos, cenar en restaurantes. También, un día me di una larga caminata/trote hacia el océano, ida y vuelta.

La Parte Más Difícil del Sabático Para Mi

Hasta el momento durante mi sabático estoy consiguiendo una comprensión más profunda de algo que conozco desde hace muchos años: “trabajo” es muy dañino para mí (y para los que son adictos a él y la gente en ministerio en general). Como maestro espiritual, siempre hay ideas para trabajar en lo que puedo enseñar a otros. Como pastor y consejero, siempre hay más gente que necesita mi cuidado. Como siervo activo del Señor, siempre hay más ministerio que hacer. Y en casa, siempre hay proyectos que requieren mi atención.

Si “me pierdo” en el ministerio o en un proyecto, eso me lleva fuera del yugo fácil de Jesús que es el descanso del sábado perpetuo de Dios en el que estamos diseñados para vivir y trabajar desde ahí. En esos momentos Kristi me dice: “Bill, tus centros relacionales están fuera de lugar- ¡te extraño!”

Porque yo no estoy trabajando en el Sabático- también no estoy conectado o interesado en el correo electrónico o medios de comunicación social (excepto para conectar con la familia) y me limito el tiempo que paso leyendo – ¡un montón de emociones surgen en mí! Estoy penosamente más consciente de mis tentaciones, pecados, debilidades y otras luchas. La auto-reflexión y la confesión intensifican, es mi enfoque principal en los Ejercicios Espirituales y puedo decir que ¡es trabajo! Si yo no tengo empatía y oraciones diarias con Kristi, junto con la intercesión de la familia y amigos, yo no sería capaz de soportar esto, y mucho menos encontrar la alegría en ella.

Una Oración Que Me Ayuda

Las últimas dos mañanas he estado utilizando la antigua oración de Jesús como una oración aliento mientras me detengo en la cama. La uso para velar y orar en anticipación de tentaciones a venir durante el día:

Respiro lenta y profundamente para recibir de Dios… Exhalo para dejar ir…

Inhalo mientras oro: “Señor Jesucristo, ten piedad de mí…”

Exhalo mientras confieso, “… un pecador.”

Sigo repitiendo esta oración para descansar en Cristo. Entonces puedo cambiar las palabras, utilizando el mismo patrón de respiración-oración o poner mi confianza en la misericordia de Cristo y renunciar a mi pecado o culpa:

•“Necesito tu misericordia Jesús… Renuncio a mi esfuerzo para laborar.”

•“Señor, gracias por tu cruz… os suelto mi esfuerzo vano.”

•“Sí, a la misericordia… No, al orgullo.”

Que la misericordia de Dios os guie a una experiencia más profunda de descanso sabático; que le ayude a aprender a vivir y a trabajar libre y ligeramente en el fácil yugo y ritmo de la gracia de Jesús (Mateo 11:28-30).

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *