¿Cuál es el gozo y deleite en su vida? Una buena manera de saber es ver cómo responde a las pruebas.
La canción del salmista en la Oscuridad
El salmista se encontraba en un momento de oscuridad y desolación. Su alma está abatida. Él ha estado pidiendo a gritos a Dios, esperando a que él lo rescate de personas engañosas y perversas. Él ha estado esperando y esperando que Dios responda. Su dolor no conoce el consuelo. La opresión no termina.
Él se siente rechazado por el Señor. Se ha perdido en la oscuridad y no sabe qué hacer ni a dónde ir.
Así que toca su arpa y canta al Señor: “Tú eres mi alegría y mi deleite.”
En serio. Lea el Salmo 43. Mejor aún ore el Salmo 43. El salmista está oprimida por la gente mala, no ha sido liberado por Dios y se siente rechazado por Dios pero canta su alabanza a Dios: “Tú eres mi alegría y mi deleite.” (Salmo 43:4)
Mi canción
Al meditar y orar el Salmo 43 escribí un pequeño poema de para ese día. Lo escribí junto a un dibujo que hice de una montaña en una noche oscura. Hay un camino sinuoso hasta la montaña que conduce a una cruz iluminada en la parte superior de la montaña. Todo está a oscuras excepto la cruz. Mientras oraba me imaginaba a mí mismo caminando con Jesús, mi única fuente de luz:
Jesús, la luz de mi camino en la oscuridad y me conduces hasta tu monte santo.
Yo te sigo hasta el altar de Dios y traigo mi ofrenda.
¡Jesús, tú eres mi alegría y mi deleite!
Deléitate en el Señor
“Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón” (Salmo 37:4). ¿Tú lo haces en tus pruebas? ¿Decimos al Señor: “¡Tú eres mi alegría y mi deleite!” Tal vez nos preocupamos, nos quejamos o nos afanamos haciendo algo para mejorar las cosas por nosotros mismos.
Me gustaría poder decir que siempre alabo a Dios cuando experimento dificultades y aflicciones. A veces lo hago. Orar los salmos, como el Salmo 43, a la espera de pruebas por venir como me ayudó a alegrarse en el Señor y ser parte de su reino, mientras cruzo a través de tiempos difíciles.
Sobre la base de nuestras experiencias pasadas, todos sabemos qué tipo de dificultades pueden venir a nuestra manera. Seamos sabios y velemos y oremos con Jesús anticipando que estas pruebas vendrán usando la palabra que nos ayudan a permanecer en Jesús.
Vamos a probar esto ahora. Imagínate a ti mismo en una prueba o un tiempo de oscuridad…
En su mente vete a tí mismo sentado junto al salmista mientras toca el arpa y canta al Señor. Ora sus palabras en el Salmo 43 O medite sobre mi oración escrita.
Señor Jesús, tú eres mi alegría y mi deleite. Incluso si mi situación no mejora, incluso si no contestas mi oración como quiero, me alegro de tener esta en relación contigo y me encanta. Me deleito a conocerte. Tengo todo lo que necesito en ti Jesús. ¡Eres tan maravilloso que lo quiero compartir con los demás!