¡Cristo ha resucitado! ¿Qué significa esto para la forma de vida en que estás viviendo hoy? ¿Cómo estás interactuando con el Cristo resucitado al hacer tus actividades?

Si no tenemos cuidado, vamos a través de un día típico de confiar en nuestra propia sabiduría y fuerza sin apreciar que la gracia de Dios está con nosotros, reaccionamos a situaciones sin seguir la dirección del Espíritu o unirse con su amor y poder.

“¡Despierta! Mi alma”, el salmista se exhorta a sí mismo (Salmo 57: 8). Que nuestras mentes y corazones despierten a la oportunidad a la mano, que es la mano abierta con uñas traspasadas de nuestro Señor resucitado.

Este pequeño devocional le ayudará a participar intencionalmente en la vida que Jesús está ahora viviendo su alrededor. Este es el último fragmento de una serie de meditaciones bíblicas y aplicaciones que he escrito en las antiguas estaciones del Vía Crucis.

La resurrección de Jesús es anunciado para la Mujer en la Tumba

Lea la Escritura

“Cuando pasó el día de reposo, María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirle. Y muy de mañana, el primer día de la semana, vinieron al sepulcro, ya salido el sol. Pero decían entre sí: ¿Quién nos removerá la piedra de la entrada del sepulcro? Pero cuando miraron, vieron removida la piedra, que era muy grande. Y cuando entraron en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, cubierto de una larga ropa blanca; y se espantaron. Más él les dijo: No os asustéis; buscáis a Jesús nazareno, el que fue crucificado; ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar en donde le pusieron. Pero id, decid a sus discípulos, y a Pedro, que él va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis, como os dijo.” (Marcos 16:1-7)

Orar la Escritura 

¡Señor Jesucristo, estás vivo! ¡Fuiste crucificado por nosotros y has resucitado de entre los muertos! Tú nos has traído el perdón de Dios y la vida nueva y vas por delante de nosotros a dondequiera que vamos, para cuidar de nosotros y guiarnos con tu paz.

O Cristo Resucitado, perdóname por las formas que yo no te he adorado, como las mujeres lo hicieron en aquella primera mañana de Pascua. Remueve la piedra en mi vida que bloquea mi visión de verte vivo y trabajando conmigo en todo lo que hago. Dame valor para compartir con los demás la buena nueva de que tu eres el Salvador y Señor.

Reflexionar 

En qué situación de tu vida ¿está luchando para ver a Cristo resucitado en el trabajo? ¡Qué gran piedra en su vida tiene que ser movido para que pueda apreciar mejor a Cristo con usted?

Toma tu cruz para seguir a Jesús 

Retírese de la actividad o relación que le está distrayendo de adorar a Cristo en medio de vosotros y ser testigo suyo a los demás.

Una oración de aliento

“El Cristo resucitado va delante de mí en _______” (~ Marcos 16: 7).

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