No eres rechazado en la mesa de la comunión
Cuando estaba en la escuela primaria jugaba juegos de pelota en el recreo. Dos capitanes de pie miraban a un grupo de unos quince de nosotros para decidir quien estará en su equipo. Cada uno de ellos se turnaban escogiendo quien pensaban era el mejor jugador (o que les caía mejor). “¡Tu no… Tu no…