¿Cómo fue atendido cuando era niño? ¿Qué tan bien se cumplieron sus necesidades? ¿Cuáles fueron sus primeras experiencias en sus relaciones con sus padres y familia? Y ¿cómo afectó esto a su personalidad, identidad y vida de ahí en adelante?
Heridas relacionales son más perjudiciales cuando somos más jóvenes. Éstas pueden provenir de un padre amado y de confianza, y pueden causar mucho dolor.
En la Biblia Jesús dice: “Traed a los niños a mí.” Él quiere abrazarte en el amor de Dios. ¿Sabe usted cómo confiar en Dios con la parte infantil suya? ¿Ha solicitado  confianza, y metabolizado la gracia de Dios para el niño en usted? ¿Ese niño vulnerable, sensible, emocional, o necesitado en ti?
La identificación de sus heridas emocionales y déficit, es un primer paso a la sanación. Después puede encontrar a alguien que sea seguro y capaz de ayudarle, que tenga empatía a medida que comparta sus recuerdos y emociones. También puede ver la manera de desarrollar relaciones con la gente que le quiere y que puede ayudarle en las zonas que se vieron afectadas anteriormente.

Instrucciones

Cada una de las siguientes afirmaciones representan heridas personales que algunas personas experimentan de un padre cuando son niños. Algunas oraciones serán en su mayoría ciertas, otras en algo cierto, y otras, nada ciertas en absoluto.
Para cada declaración indique si es verdad de su relación con cualquiera de sus padres marcando con una “M” para la madre, “P” para el padre, “MD” para la madrastra, y “PD” para el padrastro. Cuando haya respondido a cada declaración, regrese y subraye los que han sido especialmente perjudiciales para usted.
Note cuál de los padres le hirió más y de qué manera.

El Inventario: Un Estudio de las Heridas Posibles de la Madre y Padre

1. No he recibido suficiente afecto, abrazos y toques de amor.
2. Raramente o nunca me dijieron, “Te amo.”
3. No he tenido a alguien que pacientemente y que con empatía me escuche.
4. Me dijeron o trataron como a alguien que era demasiado sensible, demasiado emocional, o demasiado necesitado.
5. Cuando estuve enfermo no recibí un cuidado especial.
6. No se celebró con alegría mi cumpleaños.
7. Fui juzgado con dureza.
8. Tenía un buen desempeño en la escuela o actividades con el fin de ser aceptado.
9. Tenía que portarme bien con el fin de ser aceptado.
10. Mi padre nunca o casi nunca jugaba conmigo.
11. Mi padre nunca o casi nunca oró conmigo.
12. Mi padre no me animó a desarrollar una relación personal con Dios.
13. Fui abusada(o) física, sexual, verbal o emocionalmente por un padre/madre.
14. Mis padres se divorciaron cuando yo era niño.
15. Mi padre/madre murió cuando yo era niño.
16. Mi padre/madre tenía una adicción.
17. Mi padre/madre tenía un problema de ira.
18. Mi padre/madre entró en depresión.
19. Mi padre/madre tenía una baja autoestima.
20. Mi padre/madre no estaba contento de verme o estar conmigo.
21. Mi padre/madre estaba sobre-estresado o ansioso(a).
22. Mi padre/madre abandonó a la familia o me abandonó.
23. Mi padre/madre no me protegió.
24. Fui abusado, intimidado o maltratado por los demás y mi padre/madre no me ayudó con esto.
25. Cuando tuvimos conflictos mis padres no hicieron nada para reparar mi mal y resolver el problema.
26. Si me enojaba era castigado o rechazado.
27. Mi identidad de género y sexualidad fue afirmada y bendecida.
28. Mi padre no mostró gran respeto por mi madre. Mi madre no mostró gran respeto por mi padre.
29. Yo no respeto ni admiro a mi padre/madre.
30. No me animaron a usar mis talentos.
31. Incluso a medida que crecía no era confiado para tomar mis propias decisiones.
32. Sentía presión para complacer a mis padres.
33. Me sentí abrumado por las emociones y necesidades de mi padre.
34. He recibido mucha menos atención y cuidado que uno o más de mis hermanos.
35. Muchas veces me sentí solo.
36. Mi familia muchas veces no compartía en las comidas y otras actividades.
37. No me gustaba estar con mi familia.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *