Creo en gran manera en el poder de pequeñas oraciones ofrecidas en el nombre de Jesús. Han cambiado mi vida – mi ritmo de vida es más lento, mi forma de vida es más tranquila y alegre, mi comportamiento en el estrés es más listo para glorificar a Dios, mi capacidad de amar a los demás es mayor. He visto el mismo efecto en las vidas de otras personas.

Tal vez debería ofrecer una cualificación. El tipo de oraciones que traen sanidad y la transformación en Cristo, están inspiradas por Dios y se ofrecen desde nuestro corazón. En otras palabras, como estamos orando necesitamos estar confiando en el Espíritu de Cristo resucitado y participando con nuestro corazón, que es nuestra voluntad. Aprender a orar de esta manera requiere una formación del alma.

Formación del alma – “En el nombre de Jesús”

“Entrenarse para ser piadosos,” El Apóstol Pablo instó al joven Pastor Timoteo (1 Timoteo 4: 7). Gran parte de la capacitación para involucrar a nuestros corazones profundamente con Jesús tiene que ocurrir en el silencio y la soledad con él, porque es donde aprendemos a dejar de lado nuestras compulsiones y en su lugar encontrar nuestro descanso y gozo en él a solas. Es también una manera de que podamos liberarnos de nuestro esfuerzo, ansiedad o depresión, nuestro letargo y aprender a mantener nuestra concentración en Dios.

He encontrado que una de las cosas más rentables que hacer en momentos de oración silenciosa es “permanecer” en una palabra de la Escritura (Juan 15: 7). Por ejemplo, aquí está una oración Aliento de la Biblia que me gusta usar: “En el nombre de Jesús… No es mi esfuerzo.” Yo parafraseado este del Salmo 20: 7: “Estos confían en carros, y otros confían en caballos, pero nosotros confiamos en el nombre del Señor nuestro Dios”.

Velad y orad con una Oración de aliento

Para disponer mi cuerpo en esta oración, ruego como una oración de aliento. Esto me ayuda a enfocar mi mente y corazón con el nombre de Jesús y la palabra de Dios.

Respiro al decir en voz baja o en pienso, “En el nombre de Jesús…” Mi respiración se vuelve en una oración corporal para tomar, apreciar y confiar en el precioso nombre y poderosa del Señor Jesucristo.

Luego le susurro o pienso, “No en mis fuerzas” al exhalar. Mi respiración se vuelve una oración corporal para soltar mi tendencia a querer hacer que sucedan las cosas por mis fuerzas (que genera prisa, ansiedad y ira o depresión cuando las cosas no salen a mi manera).

Es útil para “velar y orar” (Mateo 26:41) con esta oración aplicándola a una situación de estrés o la tentación. Tal vez mis finanzas, un evento que estoy llevando o una situación de conflicto. Puedo solucionar esta situación en mi mente y lo ofrezco al Señor. Entonces yo uso mi aliento Orando: “. En el nombre de Jesús… No en mis fuerzas” En otras palabras, “Jesús, confío en ti y confiar en ti solo… Que no sea lo yo puedo lograr o lo a mi me agrada, por favor.”

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