¿Es usted como la mujer pecadora llorando a los pies de Jesús, aferrándose a él por misericordia? ¿Soy yo? ¿Sabemos lo desesperados que estamos por Jesús? ¿Nos abandonamos sin decoro a amar a nuestro Señor con gran afecto?

¿O tal vez somos más como Simón el fariseo? Él era un hombre religioso, muy adecuado y cuida de hacer lo que era correcto o al menos eso pensaba. Él condenó a esta mujer a causa de sus pecados. Él pensó que Jesús era tonto para aceptar a una mujer Cuando se quejó de su Jesús le dijo: “así”: “¿Quién ama más? El uno es perdonado una deuda grande o el que se le perdona una deuda pequeña? “(Lucas 7:42, par)

Las lágrimas, los besos, y Perfume

Simón dio la respuesta obvia y Jesús mirando con ternura a la mujer como le dijo a Simón: “¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa. Tú no me diste agua para los pies, pero ella derramo en mis pies con sus lágrimas y los ha secado con sus cabellos. No me diste beso, mas ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies. No pusiste aceite en mi cabeza, pero ella ha derramado perfume sobre mis pies. Por lo tanto, os digo que sus muchos pecados le han sido perdonados – porque amo mucho. Pero el que ha sido perdonado poco, poco ama “(Lucas 7: 45-47).

Es una mujer pecadora rota, no un hombre religioso honrado, educado que nos muestra cómo amar a Dios.

Si sabemos que se nos ha perdonado mucho, entonces vamos a amar mucho. Mucho amor. Mucha compasión. Mucha amabilidad. Sin miedo. Incluso para aquellos que no lo merecen, porque Dios ha sido abundantemente generoso con nosotros.

Una oración de devoción

Oh Señor Jesús, te amo porque tu misericordia es inagotable. Tú eres el Santo y sin embargo tocas a los considerados intocables. Eres valiente y bondadoso, poderoso y paciente. A través de tu generosidad el amor de Dios se extiende a todos,¡ incluso para mí! Me bendices a pesar de que no lo merezco. Me caigo a tus pies y yo no te quiero dejar ir. Pero luego me doy cuenta de que debo subir y compartir su amabilidad con todos los que pueda. Como amo a otros en su nombre yo sé que tu Espíritu va conmigo. Amen

Más de Pastoreando el alma

“Un poco de cariño para nuestro Gran Dios” cuenta con una breve oración de devoción inspirada por esta misma historia del Evangelio y el Salmo 2.

Póngase en contacto con nosotros si podemos pastorear su alma en caminos del amor de Jesús.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *