Temprano en la mañana en un invierno me levante a orar en el monasterio Prince of Peace Abbey. Todavía estaba oscuro. Me puse de pie en el borde de la colina y miré por sobre el valle y las montañas en el horizonte lejano.
Como cantaban los pájaros me quedé en la oscuridad a la espera de que amaneciera. Oré mi salmo de la mañana: el Salmo 67, que es una bendición que se remonta a la original que Dios le dio a Moisés hace 3.500 años para bendecir a los hijos de Israel (Números 6:24-26).
¡Mientras oraba vi al Hijo de Dios que sonríe en el sol! ¡Qué alegría ver la sonrisa de Cristo! Desde este día es lo que veo cuando el sol está brillando. (Para recordarme a mí mismo que he creado un icono lo escribí en mi libro de Libro de Oración de los Salmos y aquí.)
Me inspiré para escribir algo de Bendiciones, incluido éste llamado “Amanece Dios en ti.” La meditación que llevó a este poema oración es un ejemplo de orar un Salmo en su ambiente de la naturaleza.
Hoy he disfrutado orando esto por muchos grupos de personas, incluyéndote a ti. Que Dios lo utilice para mostrarle la sonrisa de Cristo en el Salmo 67 y en la luz del sol. Y que brille la luz de Dios a través de su rostro y todas las personas que conoces.
Dios Amanece en Usted
Que Dios tenga misericordia de nosotros
Y nos bendiga
Y haga resplandecer su rostro sobre nosotros
Selah
En la oscuridad que era
Y el amanecer que es
Y la luz del día que ha de venir
Selah
Podemos alabar a Dios hoy
Y unirse a los ángeles de los cielos
Y toda la creación
Selah
En el nombre del Padre
Y el Hijo
Y el Espíritu
Amén