Yo estaba hablando con un amigo que le gusta conducir en el carril rápido. Él prospera en tratar de hacer más cosas en menos tiempo con el fin de tener éxito. Es muy productivo y estresado.

No se da cuenta de que está utilizando continuamente adrenalina para dar impulso de la energía y la confianza que siente que necesita para manejar todas sus responsabilidades. ¡La producción de su cuerpo de adrenalina es como su propia planta de fabricación de drogas! Él tiene la dependencia de adrenalina.

Otras personas obtienen su adrenalina a través de los deportes extremos, los comportamientos de riesgo o la música alta.

La adrenalina es el regalo de Dios para nosotros con la intención de ayudarnos a responder a las emergencias y urgencias. Usado con moderación es una buena cosa. Usado continuamente desgasta el cuerpo y disminuye su vida. (Los médicos han llamado a esta “enfermedad de la prisa.”) Se llega al punto en que es difícil reducir la velocidad y disfrutar de las pequeñas bendiciones de cada día como el canto de los pájaros, los niños jugando, relajarse con un amigo, la oración.

Es difícil para la gente como mi amigo para bajar la adrenalina. ¡Se siente tan bien! Les ayuda a hacer más trabajo. Y cuando bajan su ritmo de vida (y no están estimulando a sí mismos con la adrenalina) se sienten cansados, vacíos, y deprimido.

Yo mismo he superado la dependencia de adrenalina. Y he ayudado a los pastores y otros líderes bajo el hábito destructivo de depender de andar a toda “velocidad”.

La libertad viene al aprender a establecer límites sobre el trabajo y las demandas “urgentes” y establecer su ritmo de vida. Puede ser útil para practicar su ritmo de vida conducir en el carril lento en la carretera con el fin de disfrutar de la música (¡que no es demasiado fuerte!) O para orar. Lo mejor de todo es aprender el valor de gastar grandes bloques de tiempo en silencio y soledad para “estar quieto” con Jesús. (Comience con 30 minutos y continúe desde allí.)

Disminuir la velocidad no se puede aprender en un programa de “autoayuda”. Es posible que tenga síntomas de abstinencia por dejar de vivir bajo la adrenalina. Probablemente se sentirá aburrido, inquieto o insignificante. Necesitara “procesar” sus emociones con alguien y conseguir un coach en el aprendizaje de nuevas formas de lidiar con el estrés.

El articulo “apurate para estar quieto” le guiará por el camino de la paz.

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